De ahí siguió por tierra a Costa Rica, en donde estuvo un mes dando charlas en casas de seguidores y en donde nace su hijo Horus Gómez Garro.
Animal involutivo que encarna los egos de la lujuria y cuya carne está cargada con los átomos y las vibraciones de la lujuria.
Cuando el Maestro sale triunfante de esta prueba de los 33 días, entonces se le muestra una lámpara vieja y defectuosa, que representa a nuestro viejo mundo sumergido, y se le dice: “Eso ya no sirve”.
El techo de la casa está relacionado con la cabeza y por lo tanto también con el Centro Intelectual y la Mente.
Con el pan y con el vino entran a nuestro organismo humano billonadas de átomos Crísticos que viene a despertarnos todos nuestros poderes ocultos.
Nulidad de los valores materiales, del Yo y todas sus falsas luces. “Salimos del Edén por las puertas del sexo, y solo por las puertas del sexo podemos entrar en el Edén.”
Normalmente, las fuerzas sexuales fluyen desde adentro hacia fuera en forma centrífuga y debido a eso existen las poluciones nocturnas cuando se tiene un sueño basado en el centro sexual.
Los teosofistas han descrito los Rayos en una forma tan nebulosa y tan vaga, que realmente no llenan los íntimos anhelos del Alma. A los teosofistas les hace falta ser más prácticos; las enseñanzas de la Sociedad Teosófica realmente no le sirven a nadie.
El INICIADO es aprobado view publisher site luego por una potencia sideral y los magos negros llenos de ira, atacan al iniciado incesantemente. Las 7 palabras hacen entonces al iniciado omnipotente y poderoso.
Samael Aun Weor fue un escritor y conferencista colombiano nacido en 1917. Durante su vida, se dedicó a la enseñanza de la gnosis, una corriente filosófica que busca la comprensión y el conocimiento profundo de la naturaleza humana y del universo en su conjunto.
Para Samael Aun Weor, los sueños eran un reflejo de nuestro subconsciente y de nuestras experiencias pasadas y presentes.
La Gnosis enseña que existen muchas clases diferentes de sueños que la Moderna Sicología decadente del hemisferio occidental ignora radicalmente.
Hay gentes que viven siempre en los pisos más bajos, cuales son, aquéllos que se hallan concentrados exclusivamente en el instinto y la fornicación, es decir, en los pisos cuarto y quinto, centro del instinto y centro sexual; pisos usados en forma negativa. Hay otros que viven en el piso tercero o centro motor y de ahí no salen, siempre se mueven dentro del molde de determinadas costumbres, dentro del carril de ciertos hábitos y nunca cambian, como el tren que siempre anda sobre los mismos rieles o carriles paralelos, y estas gentes que viven en este tercer piso están tan acostumbradas a su tren de hábitos, que de ninguna manera están dispuestos a dejarlos.
El Maestro Interno asiste a su fiesta solemne sin vehículos materiales de ninguna especie: “Soberbia es la muerte con victoria”.